El camarógrafo y alpinista Luis Miguel López Soriano, que participa en nuestro «Vagamundos Festival» de cine de viajes y aventuras el día 6 de agosto (sábado) , nos envía un mensaje desde la cordillera del Karakórum, donde está realizando la grabación de un documental sobre la alpinista Rosa Fernández. Hemos logrado comunicarnos con él para que nos hable de la experiencia y nos cuente cómo se vive en este viaje al K2, precisamente este año, cuando se acumulan cientos de personas intentando hacer la cumbre más complicada del planeta, imágenes que han dado la vuelta al mundo.
Estás de expedición ¿Cómo está siendo la experiencia?
Si, estoy en Pakistán con mi cámara, realizando un documental sobre la vida de Rosa Fernández. Venir aquí al Karakórum con la cámara es combinar mis dos pasiones: las montañas y mi trabajo. El Karakórum es un escenario excepcional, una de las cordilleras más altas de la Tierra y muy especial para mí porque he venido muchas veces al K2 o al Gasherbrum I que tienen más de 8.000 metros de altura, pero también a otras más remotas. En esa ocasión, el objetivo era subir a la cumbre del K2, la segunda cumbre más alta del mundo, pero al final no pudimos llegar por temas de salud de mi compañera Rosa Fernández. Lo intentamos, pero vimos que no era posible.
¿Cómo ha sido la situación en el K2 en este año?
Ha sido muy especial. Se juntaron muchísimas expediciones. En los últimos años, en estas montañas de 8.000 metros está ocurriendo una tremenda transformación por una comercialización tremenda. Se debe, especialmente, a un grupo de empresas nepalíes que hacen rutas a las montañas más altas. Sorprende mucho ver tremendas colas de gente en montañas como el K2, que hasta ahora tenían fama de inaccesibles, pero creo que es algo difícil de frenar porque supone una fuente de ingresos muy grande, y no sólo en Nepal sino también en Pakistán, donde muchos negocios locales viven de ello. A ninguno de los que amamos la montaña nos gusta ver esa masificación, pero nos vamos a tener que acostumbrar. Se olvida que el K2 y otras montañas similares son, además, muy peligrosas. El K2 no es el Everest, es peor. Pese a que este año ha sido benévola, ya ha habido cuatro muertos y varios accidentes . Es una montaña muy complicada en la que el tiempo puede cambiar rápidamente y en un terreno muy expuesto. A pesar de que sea fuente de ingresos importante, las agencias deberían replantearse, por seguridad y por respeto, esta masificación. Debo decir que incluso me he sentido alegre de no haber podido subir y no estar en esa cola a la cumbre que he visto, aunque la hubiera conseguido.
Vas a dar un taller en Vagamundos Festival relacionado con el uso de la cámara en condiciones extremas como las que vives ¿Qué es lo que quieres que se lleve quien se apunte?
Pretendo transmitir la pasión y las experiencias de lo que supone vivir la montaña a través de mi cámara, cómo veo e intento recoger la realidad del paisaje, la luz, los momentos mágicos y los momentos maestros de la naturaleza. El arte está en la naturaleza y nosotros simplemente somos testigos de su bellaza e intentamos recoger esos momentos únicos, evanescentes, que a veces duran segundos. A los que acudan a La Puebla de Fantova, les trataré de enseñar algo de técnica, trucos, recursos… pero sobre todo quiero que se lleven las emociones que siento al vivir en la montaña.
¿Qué te parecen estas iniciativas en la situación actual del mundo rural?
Me parecen imprescindibles. Poner en valor y dinamizar el mundo rural a través de la cultura, el arte y los viajes ayuda a que la gente de las ciudades no se olvide de que ese mundo está ahí y es un lugar de encuentro de diferentes experiencias.
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